Entrevista en Aldea fanzine, Chihuahua Mexico, 2001
Por Ivan Pardo
Graficos atacando nuestras calles en forma de stickers, carteles, postales de un Raul Velasco "Aun hay más" de un Colosio con la leyenda "Regresare" con un estilo pop setentero, estas son algunas de las imagenes de Acamonchi, pero que significa todo esto, que es Acamonchi?, pareciera una campaña política pero absurda! Por eso me dirigí a Acamonchi directamente para hacerle esta pequeña entrevista donde nos explica su concepto y el estilo de arte que es este.
Como defines Acamonchi?
Acamonchi es un proyecto que empezo a principios del 97, originalmente era un fanzine mezclado con ideas desarrolladas en los ultimos años. La idea base era hacer una publicación casera que promoviera artistas, musicos locales (Ensenada, Tijuana etc), después que me moví a San Diego, CA en el 98, Acamonchi tomo un camino distinto al trabajar con otros artistas visuales, entonces decidí que Acamonchi tenía mas posibilidades que un simple fanzine y que era algo que debería de explorar y que la mayoria de los fanzines hablaban de música o de literatura, por lo que decidi dejar eso atrás y experimentar con lo visual mas a fondo.
Nos puedes hablar sobre la propaganda absurda?, Qué es y como la manejas?
Propaganda Absurdista.. La explicacion mas simple es manejarlo como un movimiento adentro de otro, Arte Pop VS Graffiti, tambien se le puede llamar neograffiti, guerrilla art etc. Acamonchi se maneja dentro de estas corrientes buscando un reto, un choque entre lo cotidiano con un toque subversivo ya sea mezclandolo con personajes de la cultura pop, politica mexicana y algunos mensajes ambiguos, Acamonchi tiene el humor inocente de un niño de 5 años, pero a la vez es una critica no dirigida, agitación, irreverencia buscando la mejor manera de darle una patada en el culo a los medios y cinicamente servise de ellos. "Acamonchi puede ser cualquier cosa, pero no cualquier cosa es Acamonchi".
Acamonchi no tiene fecha de caducidad y la mayoria de las actividades en torno a Acamonchi es una celebracion al mal gusto.
Cuales son tus influencias en tu trabajo grafico?
Puedo mencionar al arte popular mexicano-contemporáneo, surrealismo, dada, pop, fluxus, situacionismo, graffiti, cultura del skateboard / punk, gentes como Pushead (conocido por los dise–os de Metallica, Misfits, Zorlac) Neil Blender (Alien Workshop) Neville Brody, T-26, Emigre, Plazm, Shepard Fairey, Church of Subgenious y otros tantos y tales que escapan a mi memoria.
Nos puedes platicar sobre el Stencil Art y su proceso?
Un stencil es una pieza de papel o de plástico con una imagén en alto contraste, segmentada que permite el paso de pintura ya sea con brocha o aerosol. También se le conoce como template, plantilla etc.
He trabajado con stenciles desde 1980 y gran parte de mi trabajo como artista visual gira en torno a la creacion de stenciles. Acamonchi es solo una parte del contexto general, los stenciles se han prestado para muchas cosas, desde economizar gastos para hacer camisetas, crear ilustraciones, hasta para salpicar paredes y otros lugares, algo tan simple como un stencil ha despertado el interes de muchos, no solo en México y Estados Unidos, sino en América del Sur y Europa gracias al trabajo de Acamonchi. Un stencil y una lata de aerosol no representan absolutamente una herramienta delictiva o una bomba cultural pero Acamonchi mezcla ambos y los resultados han motivado a muchos a seguir estas ideas adoptandolas como genuinas y corriendo los riesgos que implica exponerlas.
Que pretende Acamonchi con atacar las calles con sus graficos?
Asaltar el sentido común, cuestiona la relación entre los graficos y sus alrededores. Es un experimento en la cultura pop contemporánea donde se emplean técnicas de graffiti por tratarse de una manera ilegal de expresarse, tomando el espacio público para hacer gala de malos modales. Acamonchi se define a si mismo como el gesto del ciudadano impotente que solo contempla a una sociedad adormecida y las posibilidades por dejar huella en sus almohadas.
Ultimas palabras:
Independientemente de que Acamonchi sea un proyecto visual, hay mucho trabajo detras y tambien muchas ganas de estar chingando. Escuchen Nortec, sean receptivos, informense y corran riesgos, experimenten ya que en México las oportunidades si existen pero se las dan a los que tienen influencias, entonces es cuando es tiempo de abrir otros caminos a punta de madrazos con creatividad, dedicacion, honestidad y un chingo de paciencia para mantener todo lo anterior.
Friday, January 12, 2001
Monday, January 1, 2001
Ventolin star Por rafa saavedra
Ventolin star
Por rafa saavedra
rafadro.blogspot.com
Ensenada, su ciudad natal, le quedaba ya chica ("Ensenada empieza con Ense, termina con Nada o con uno", dice sin asomo de nostalgia), le impedía respirar esos aires peligrosamente urbanos que tanto ansiaba aspirar pero que, por su condición de asmático, le estaban prohibidos.
Llego a Tijuana a principios de los noventa para estudiar la carrera de Diseño Gráfico; en su entonces ya habitual backpack cargaba ejemplares de su revista Necrofilia (grafismo, poesía de remanente dadaísta y mucha mala leche en cut-ups). El sueño revistero terminó cuando le llegó una
carta de Gobernación (el nombre, quien lo diría, atrae el morbo censor y controlador), pero eso no importo gran cosa, ya había cambiado: la city le abrió los ojos, le proporcionó un puñado de amigos en el carril extremo y le llevo a los clubes alternativos, al encuentro con una cultura que despedía a todo lo dogmático y se apuntaba, claro que sí, al hedonismo de gran colorido. Recaló en aquella Comunidad de Oxido que editaba El Centro de la Rabia y organizaba raves seminales para los Happy Children of the
Revolution. Terminó siendo el diseñador estrella -haciendo puro 360° de cultura pop-, de la primera explosión fanzinera en la Tijuana de los noventa. Estaba, pues, en la cresta de la ola.
El Señor Acamonchi "editor de revistas, diseñador, cyber shaman, artista postal, maestro de graffiteros, fan confeso de Mocedades y skater en etapa de reencuentro- siempre tiene respuestas, nunca se calla. Si le preguntas cómo se definiría su trabajo, te contestaría algo así: "Lo puedo definir en dos partes: diseño gráfico y lo del arte. En cuanto al diseño gráfico, web y publicaciones, en general trato de mantener una línea abierta a las nuevas corrientes. Experimentar para lograr una reacción específica con el público, pero sin perder el impacto y la capacidad de comunicar; no me gusta abusar de los recursos. Por el lado del arte son cuestiones más íntimas donde no busco una respuesta específica y, raras veces, me detengo a pensar en la reacción de la gente. Por lo general, mi trabajo se basa en
imágenes monocromáticas que son fáciles de reproducir; esto lo hago por que estoy interesado en hacer que mi trabajo llegue a lugares donde yo no puedo ir físicamente (aquí estoy hablando del Arte Postal). Conceptualmente el trabajo es pre hispánico, con un tinte surreal en los personajes y situaciones, el toque posmo se lo da el aerosol" y, si lo dejas continuar, agregaría "Algo que es constante dentro de mis influencias es que debe existir el sentimiento de ruptura", para luego aspirar una vez más su Ventolin.
Su peculiar sentido del humor (buñueliano, muy punkie, totalmente desfasado y absurdo), la estética pop enfermiza (de los niños con Síndrome de Down a los Raúlvelasco sadomasoquistas), el valor situacionista (su arte practica la deriva, hace suya la calle), el desenfado beatnik colaboracionista, los juegos de palabras propias del snobground y su pasión por Internet le llevarían por otros rumbos.
Un buen día cruzo la frontera para ver el reestreno de Star Wars, visitar una porno shop y probar el "american way of life" y nunca volvió a mirar atrás. Desde aquel lado, expande su campo de acción, enlaza y proyecta otras miradas, quizás más híbridas y post irónicas, más guerrillera, más comprometida con su tiempo. Ahora, quien lo iba decir, tiene vecinos afroamericanos que le repiten sin cesar: Play the funk play the funk... funk funk funk unk unk nk. Yo! Yo! Nuwattamseyn!
Pd: Acamonchi rules!
Por rafa saavedra
rafadro.blogspot.com
Ensenada, su ciudad natal, le quedaba ya chica ("Ensenada empieza con Ense, termina con Nada o con uno", dice sin asomo de nostalgia), le impedía respirar esos aires peligrosamente urbanos que tanto ansiaba aspirar pero que, por su condición de asmático, le estaban prohibidos.
Llego a Tijuana a principios de los noventa para estudiar la carrera de Diseño Gráfico; en su entonces ya habitual backpack cargaba ejemplares de su revista Necrofilia (grafismo, poesía de remanente dadaísta y mucha mala leche en cut-ups). El sueño revistero terminó cuando le llegó una
carta de Gobernación (el nombre, quien lo diría, atrae el morbo censor y controlador), pero eso no importo gran cosa, ya había cambiado: la city le abrió los ojos, le proporcionó un puñado de amigos en el carril extremo y le llevo a los clubes alternativos, al encuentro con una cultura que despedía a todo lo dogmático y se apuntaba, claro que sí, al hedonismo de gran colorido. Recaló en aquella Comunidad de Oxido que editaba El Centro de la Rabia y organizaba raves seminales para los Happy Children of the
Revolution. Terminó siendo el diseñador estrella -haciendo puro 360° de cultura pop-, de la primera explosión fanzinera en la Tijuana de los noventa. Estaba, pues, en la cresta de la ola.
El Señor Acamonchi "editor de revistas, diseñador, cyber shaman, artista postal, maestro de graffiteros, fan confeso de Mocedades y skater en etapa de reencuentro- siempre tiene respuestas, nunca se calla. Si le preguntas cómo se definiría su trabajo, te contestaría algo así: "Lo puedo definir en dos partes: diseño gráfico y lo del arte. En cuanto al diseño gráfico, web y publicaciones, en general trato de mantener una línea abierta a las nuevas corrientes. Experimentar para lograr una reacción específica con el público, pero sin perder el impacto y la capacidad de comunicar; no me gusta abusar de los recursos. Por el lado del arte son cuestiones más íntimas donde no busco una respuesta específica y, raras veces, me detengo a pensar en la reacción de la gente. Por lo general, mi trabajo se basa en
imágenes monocromáticas que son fáciles de reproducir; esto lo hago por que estoy interesado en hacer que mi trabajo llegue a lugares donde yo no puedo ir físicamente (aquí estoy hablando del Arte Postal). Conceptualmente el trabajo es pre hispánico, con un tinte surreal en los personajes y situaciones, el toque posmo se lo da el aerosol" y, si lo dejas continuar, agregaría "Algo que es constante dentro de mis influencias es que debe existir el sentimiento de ruptura", para luego aspirar una vez más su Ventolin.
Su peculiar sentido del humor (buñueliano, muy punkie, totalmente desfasado y absurdo), la estética pop enfermiza (de los niños con Síndrome de Down a los Raúlvelasco sadomasoquistas), el valor situacionista (su arte practica la deriva, hace suya la calle), el desenfado beatnik colaboracionista, los juegos de palabras propias del snobground y su pasión por Internet le llevarían por otros rumbos.
Un buen día cruzo la frontera para ver el reestreno de Star Wars, visitar una porno shop y probar el "american way of life" y nunca volvió a mirar atrás. Desde aquel lado, expande su campo de acción, enlaza y proyecta otras miradas, quizás más híbridas y post irónicas, más guerrillera, más comprometida con su tiempo. Ahora, quien lo iba decir, tiene vecinos afroamericanos que le repiten sin cesar: Play the funk play the funk... funk funk funk unk unk nk. Yo! Yo! Nuwattamseyn!
Pd: Acamonchi rules!
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